Potaje de Cuaresma

La celebración de la Semana Santa trae consigo momentos especiales que giran en torno a la Fé, la religión, la cultura, el arte y la tradición, entre otros

Y entre estos otros y con un poco de casi todo, en este punto prestamos atención al arte culinario en Semana Santa: maridajes y aliños de pescado en todas sus especies, ensaladas primaverales y una excelente repostería

Empecemos por un potaje:

El potaje de cuaresma


Tradicionalmente es un potaje que se ha servido los viernes de cuaresma como consecuencia de la prohibición religiosa de comer carne en este período. El preparado contiene como aporte proteínico bacalao en salazón. Considerado como uno de los platos más encontrados en Semana Santa, lo podemos encontrar también con el nombre de Potaje de Bacalao con Garbanzos y Espinacas.


El protagonista de este potaje es el bacalao que proviene de un salazón y por esto debe prepararse en remojo un día antes. El potaje suele estar elaborado con garbanzos, también con judía blanca y todo ello cocido con unos manojos de espinacas y cebolla, ajos, aceite, pimentón.



Hay que poner los garbanzos en agua caliente hasta que lleguen a su media cocción, tras esto se añade el bacalao, la espinaca y se espera a que esté preparado. Se añade también un sofrito y alguna hoja de laurel. Se deja reposar una media hora y se sirve caliente. El truco de la preparación está sólo en saber el momento en el que se vierte el pescado y la espinaca sobre los garbanzos hirviendo.

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